Francis, diario de un enfermo mental

Francis es un chico con una vida un tanto compleja, gracias a esta adquirió muchos trastornos mentales, está en tratamiento y día a día describe un trastorno nuevo. Desde el como nació, hasta la situación que vive actualmente, si es de algo que quiere desprenderse o sencillamente prefiere vivir con esa enfermedad toda su vida.

domingo, 16 de octubre de 2011

Primera cita.

Estas primeras sesiones, son extrañas. Me siento enfrascado en una vida que no es la mía, como si fuera una película lo que veo, lo que vivo. Casi hasta puedo escuchar esa espantosa música de fondo que se coloca en todas esas escenas donde las malas noticias o las cosas más terribles me pasan al tratar de hablar.
Mi psiquiatra me pidió que le hablara sobre mi persona. Puedo decir que parece ser un hombre joven como de unos treinta y dos años. Bueno pensé en que tal vez sería un tipo de unos cincuenta para arriba. Él reviso mis resultados y me pidió que hablara con él sobre mi vida. Me cuesta trabajo por que no sé si avergonzarme de lo que he vivido y mejor decir alguna mentirilla que sea similar a la realidad para que no parezca tan espantosa mi realidad o decir la verdad. Me da la sensación de que si soy franco tal vez me droguen y encierren de por vida con un montón de locos.
Él comenzó con algo simple.
–Cuéntame ¿En dónde nació Francis? ¿Qué ambiente? –Me quede callado y mirando a un punto muerto en la ventana, escuche las preguntas pero parecía que traía audífonos o algo así por que no supe responder. Su voz me trajo de vuelta a esta realidad.
–Francis, tal vez esto no te lo mencionaron tus padres, pero los psiquiatras tenemos un juramento profesional de que lo que se diga en esta sala se queda en esta sala. Tomate tu tiempo.
Le mire con una cara que seguramente no decía nada. Estaba confundido.
–Yo nací en **** una ciudad pequeña. Mi madre dejo la escuela por que estaba embarazada y mi papá era su profesor de tutorías. No conozco a mis abuelos, me dijeron que después de la noticia corrieron a mi madre. Sé que ella habla con ellos por teléfono y cartas pero no los ve. Ella dice que se desilusionaron y odian a mi papá.
Mi papá no era exactamente su profesor si no un muchacho que acababa de graduarse, buscaba apoyos financieros en lo que encontraba un empleo, y ayudaba a mi mamá con sus tareas y con los estudios para sus exámenes. La cosa es que si se desilusionaron fue por que mi mamá no se cuido y nací yo. Y ellos no querían tener una hija embarazada y con un marido sin trabajo. La corrieron. Papá encontró trabajo rápidamente y después todo fue económicamente mejor.
Pero continúe.
–Cuando yo tenía los cinco años mi mamá volvió a la universidad y se graduó. Y mi papá trabaja ahora pero como abogado. Mis abuelos no demandaron ni nada por el estilo pues mi madre era mayor de edad y mi papá se hiso cargo. Eh… pues antes tenia muchos amigos y ahora ya no.
– ¿Por qué ya no?
–Me da pena el acercarme a la gente sin un tema de conversación, no sé como comenzar una plática.
–Ya veo–

Bien, bien fue un pequeño resumen de lo que hable con el doctor pero la verdad no sé por que le mentí, tal vez es por falta de confianza, tardaré un poco después le diré la verdad. Espero que esto no me afecte.
Tengo muchas cosas en que preocuparme, el profesor me ha estado persiguiendo por de alguna forma amable decirlo, para saber si ya voy con el psiquiatra y que cuando habrá resultados y esas cosas. Ha de creer que ir con uno ha de ser magia y que me darán medicinas o que me encerraran muy rápido. El doctor Esteban (ah, por cierto así se llama) dijo que tardaría mucho tiempo en reaccionar que no es algo como de un mes y listo estoy curado, si no como de unos años después, tal vez dos (siendo extremadamente optimistas) o mucho más. Y también dice que no siempre la gente se cura pero aprende a resolver los problemas de una forma mejor y a reaccionar mejor también ante las cosas.
Espero que funcione. Estoy cansado, ha llovido demasiado, y es de las veces que me imagino que la tranquilidad de estas calles es interrumpida por un lunático en contra del clima y saque un arma a lo estúpido comience a matar personas, tal vez no sea tan bueno que vea esos programas criminalísticas en ocasiones me alteran con sus escenas “dramatizaciones”.
Estoy agotado, como llovió tuve que correr desde la parada de autobuses hasta mi casa sin paraguas y esas cosas, escondiéndome debajo de cada árbol que se me atravesaba al final ya no me importo por que de igual manera mis tenis tenían tanta agua que pudiera llenar una bañera con ellos. Me bañe y ahora tiemblo de frio mientras bebo café y muerdo mi pluma.
Buenas noches diario.
Francis.

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